El curso comenzó con una interesante reflexión sobre los modelos agrícolas. ¿Qué modelo queremos, el convencional o el químico o industrial?
En este sentido, señaló la importancia de tres sistemas que tienen en cuenta la biodiversidad y la simbiosis: la permacultura, la biodinámica y la agricultura sintrópica. Otro día hablaremos de todo esto, que es realmente interesante.
También nos dio instrucciones para cuidar la tierra, claves para elaborar diferentes tipos de compost, fertilizantes verdes, o la importancia de la asociación y la rotación. Y, luego ya sí, nos enseñó a hacer algunos preparativos que podemos hacer en casa para cuidar las flores y las plantas y evitar plagas y enfermedades.
Es muy útil para potenciar las plantas y también es fungicida –para la prevención de hongos– y repelente de insectos. El proceso de elaboración consta de tres etapas:
Si una planta sufre heridas por la rotura de alguna rama, el abono de cola de caballo servirá de ayuda, ya que es regenerador de células, además de un potente fungicida. Se puede aplicar a partir de marzo, hasta finales de verano, cada 15 días, sobre todo al anochecer, para hacer daño a los hongos. Además, es compatible con el abono de ortigas, por ejemplo.
Esta flor puede extenderse por las huertas, ya que es ideal para dar de comer a la tierra. El cultivo de la propia planta también ayuda porque tiene raíces muy profundas y expulsa los nutrientes subyacentes. También se puede utilizar como abono, porque ayuda a las plantas a fortalecerse. Para ello, sigue los siguientes pasos:
El ajo es un gran insecticida, fungicida y bactericida que ayuda a evitar enfermedades y plagas. También es ideal para plantar entre otras verduras, ya que realiza una excelente asociación con árboles, tomates, zanahorias, fresas o alubias. También se puede hacer un abono:
La cebolla, además de ser fungicida y bactericida, enriquecerá la tierra con potasio, calcio, hierro y vitaminas. Al igual que el ajo, tiene buenas asociaciones con diversas hortalizas, por lo que el cultivo entre ellas beneficiará a las plantas: berenjena, calabacín, escarola, espinaca, tomate, zanahoria, remolacha, pepino, fresas…
También se puede hacer otro tipo de abono mezclando ambos.
También hay otros fertilizantes beneficiosos para la huerta. Por ejemplo, abonos de helecho o hiedra. En el caso del helecho, se trata de un gran donante de potasio que puede ser utilizado contra plagas, una vez infusionado.
En el caso de la hiedra, en cambio, se puede utilizar en lugar del jabón potásico, ya que se trata de un gran insecticida, para lo que el fertilizante se hará de forma similar a los demás, mezclándolo con el agua y dejándolo fermentar. En este caso, la disolución será del 5%.
Hay otras flores y plantas que tienen esa función y que podemos plantar tanto en la huerta como en casa. Muchos de ellos, además, nos servirán para cocinar. Y, cómo no, muchos otros aportarán un aroma especial al entorno. Algunos ejemplos son:
Tagete, caléndula, capuchina, tanaceto, girasol, consuelda, zinnias, borraja, milhojas, romero, lavanda, tomillo, salvia, albahaca, perejil, menta…