Comprar productos frescos en la Azoka de Tolosa es garantía de calidad y sabor, pero no todos los alimentos reaccionan bien al frío. Algunos se conservan perfectamente en el congelador, mientras que otros pueden perder textura o propiedades. Para ayudarte, hemos preparado una guía rápida con cinco productos que puedes congelar sin problema y cinco que es mejor consumir frescos.

¿Qué alimentos son los más adecuados para congelar?

1- Puerros: Lávalos bien y córtalos en rodajas o en trozos según su uso. Puedes congelarlos crudos directamente en bolsas herméticas o blanquearlos antes (sumergiéndolos en agua hirviendo durante un minuto y enfriándolos rápidamente en agua fría). Se pueden utilizar congelados directamente en caldos, sopas y guisos.

2- Acelgas: Lava las hojas y corta los tallos si lo deseas. Para una mejor conservación, blanquéalas sumergiéndolas en agua hirviendo durante dos minutos y luego pásalas a un bol con agua fría. Una vez escurridas, guárdalas en bolsas de congelación en porciones. Son perfectas para tortillas, revueltas o salteadas.

3- Zanahorias: Pélalas y córtalas en rodajas, en cubos o enteras según su uso posterior. Para mantener su textura, blanquéalas durante dos o tres minutos en agua hirviendo y enfríalas antes de congelar. También puedes rallarlas y congelarlas sin necesidad de escaldarlas. Se pueden usar en purés, sopas y guisos directamente desde el congelador.

4- Guisantes: Desgránalos y elimina las vainas. Se pueden congelar crudos sin ningún problema, pero si prefieres que mantengan mejor su color y sabor, blanquéalos durante uno o dos minutos antes de guardarlos en bolsas de congelación. Listos para usar en cualquier receta sin necesidad de descongelar previamente.

5- Habas: Desgránalas y lávalas bien. Para que conserven su textura y color, es recomendable blanquearlas en agua hirviendo durante dos minutos antes de enfriar y congelar en bolsas herméticas. Son perfectas para guisos y platos tradicionales.

Para una mejor conservación, es recomendable blanquear las verduras antes de congelarlas. Esto significa cocerlas durante unos minutos y enfriarlas rápidamente en agua fría para que mantengan su sabor, textura y color.

Congelar bien los productos es una gran manera de evitar el desperdicio y disfrutar del mejor sabor durante más tiempo. Y tú, ¿tienes trucos para conservar los alimentos frescos?