Estas dos sopas tan veraniegas tienen su origen en las zonas del sur, pero cada vez son más populares en nuestro entorno, y es que se trata de dos recetas de lo más sencillas y saludables, que nos aportan una gran cantidad de nutrientes con productos que podemos conseguir en el Mercado de Tolosa: ¡recetas frescas, con productos frescos! ¿Y su protagonista? EL TOMATE
Puede que cuando escuches la palabra “gazpacho” te vengan a la mente el ambiente y el calorcillo de Andalucía y otras zonas del sur. Lo mismo pasa con el “salmorejo”, si tienes la suerte de conocerlo: el rey de la gastronomía cordobesa.
¿Pero sabes cómo se preparan? Y todavía más importante: por mucho que se parezcan, ¿conoces sus diferencias? Lee el artículo que te dejamos hoy y cuéntanos después cuál es tu crema preferida!
El producto protagonista de ambas cremas es el tomate (con lo sabroso que es el de nuestro mercado, ¡nos va a salir delicioso!); y lo que las difiere es su textura: el gazpacho se suele comparar con una sopa; el salmorejo, al contener más pan, se parece más a un puré o una crema. La preparación de ambas recetas es muy parecida, os las contamos a continuación:
Gazpacho
Ingredientes (para 6 personas):
1 kg de tomate
1 pepino
1 pimiento verde
2 dientes de ajo
5g de sal
30 ml de vinagre
50 ml de aceite de oliva
50 g de pan
250 ml de agua
Pasos a seguir:
Corta el tomate, el pepino y el pimiento en trozos pequeños. Pela el ajo y añádelo al resto de verduras.
Coloca todas las verduras en un recipiente y añade el aceite, el agua, el pan, el vinagre y la sal.
Tritura todos los ingredientes durante aproximadamente 5 minutos o hasta que quede una crema ligera y sin grumos.
Pasa el gazpacho por un pasapurés o un colador y déjalo reposar en el frigorífico alrededor de media hora. ¡Y listo! Ya tendremos nuestro gazpacho fresquito listo para comer.
Salmorejo
Ingredientes (para 6 personas):
1 kg de tomate
1 diente de ajo
5g de sal
150 ml de aceite de oliva
250 g de pan
Pasos a seguir:
Corta los tomates y tríturalos. Añade el ajo y sigue trituando.
Cuela este zumo de tomate para que las pepitas y la pulpa se queden fuera. Nosotrxs lo hemos hecho con un colador pero también podéis utilizar un pasapurés.
Corta el pan e incorpóralo al zumo de tomate para que se vaya hidratando y ablandando. Después, tritúralo todo. Verás que el color rojo del tomate será cada vez más ligero.
Añade el aceite de oliva y la sal y continúa triturando la mezcla. El objetivo será conseguir una crema de la densidad que busquemos (siempre más densa que el gazpacho), añadiéndole más o menos aceite (no lo añadas todo desde el principio). Tal y como habrás visto, iremos consiguiendo poco a poco el color naranja tan identificativo del salmorejo.
Para terminar, te recomendamos añadirle a la crema jamón crujiente y huevo duro, junto a un chorro de aceite de oliva, a la hora de servirlo. Además de aportarle vistosidad, le sumarán nutrientes y sabor!
Las dos son cremas que se toman frias. Guárdalas en el frigorífico, ¡agradecerás tenerlas en los calurosos días de verano!
