Al comprar verduras frescas en el mercado, es común que lleguen con residuos de tierra o pequeños insectos ocultos entre las hojas y tallos.
Aunque estos visitantes son señal de un producto natural y fresco, es fundamental lavar las verduras adecuadamente antes de consumirlas. Aquí te presentamos algunos trucos prácticos para asegurarte de que estén completamente limpias:
Además, el proceso de limpieza adecuado es imprescindible para una mejor conservación de las hortalizas, manteniendo al máximo sus nutrientes y propiedades antes de su consumo.
1. Remojo en agua con vinagre o sal
Llena un recipiente grande con agua fría y añade una taza de vinagre blanco o una cucharada de sal. Deja las verduras en remojo durante 10-15 minutos. Esto ayuda a desinfectar y desalojar pequeños bichos o larvas adheridas.
2. Uso de un cepillo suave
Para verduras con cáscara firme, como zanahorias, pepinos o papas, utiliza un cepillo suave para eliminar suciedad y posibles residuos. Frota bajo el agua corriente para obtener mejores resultados.
3. Hostoak eta zurtoinak bereiztea
En vegetales como lechugas, espinacas o coles, separa las hojas y enjuágalas individualmente bajo un chorro de agua. Esto asegura que no queden insectos escondidos entre las capas.
4. Agua con bicarbonato
Añadir una cucharadita de bicarbonato de sodio al agua de remojo también es una opción eficaz. Este compuesto tiene propiedades antibacterianas y elimina impurezas.
5. Secado adecuado
Tras lavar las verduras, sécalas con papel de cocina o déjalas escurrir en un colador. Evitar la humedad excesiva es clave para conservarlas frescas por más tiempo.
Con estos simples pasos, podrás disfrutar de verduras completamente limpias y seguras para tu familia. No olvides incorporar este hábito como parte esencial de tu rutina de cocina. ¡La salud comienza con la higiene!